MIRE A SU NIÑO INTERIOR Y REDUZCA LAS CRISIS EN LA VIDA ADULTA

Frecuentemente en la práctica clínica observo a muchos adultos trayendo demandas de crisis emocionales. Desde ansiedades y angustias hasta crisis psicóticas. Para entender el significado de esa demanda emocional es necesario hacer un análisis de las causas en el pasado de cada uno.
¿Cuál es la importancia de una mirada profundizada y cariñosa para la infancia? En la práctica analítica, muchos pacientes preguntan: ¿qué va a adelantar hablar del pasado? Yo siempre explico que la cuestión no es hablar sobre el pasado, sino trabajar el pasado terapéuticamente a nivel de subconsciente. En psicoterapia, es fundamental volver al pasado para sacudir el inconsciente y activar un proceso curativo.
Por detrás de depresiones, fobias, baja autoestima, problemas financieros, dificultades conyugales y otras quejas que llevan a las personas a buscar ayuda terapéutica existe una historia de vida: pasado - presente - futuro.

Esta historia de vida muestra el desarrollo de la personalidad (pasado) a través de las experiencias afectivas vividas en la familia. Como el inconsciente ya actúa desde el tiempo de la gestación, son miles de vivencias emocionales almacenadas en la mente, tanto positivas como negativas. Y que son las raíces de las futuras percepciones sobre su valor personal, afecto, amor, relaciones. Es decir, la base para la formación de la personalidad.
Cada historia es única. Por eso los traumas que llevan a personas a sufrir de depresión no tienen los mismos orígenes. Esto sucede porque cada persona interpreta de una forma las situaciones, según la realidad que vive y las experiencias de confort o sufrimiento emocional.

A nivel de traumas, estos suelen ocurrir en las relaciones familiares y afectos fríos, distantes, ausentes, abusivos. Las bodas insatisfactorias ya generan por naturaleza una falta de armonía en el hogar. Los hijos, inconscientemente, reciben e introyectan esa energía negativa y afectividad deficiente dando inicio a los traumas afectivos.
El tiempo pasa, los niños que sobreviven en esos ambientes se van desarrollando cargando las sombras traumáticas en sus sótanos emocionales. Como el trauma guarda mucha energía reprimida, va a ocurrir una caída de potencial a lo largo del desarrollo. Una de las primeras señales de la necesidad de buscar un terapeuta - cuando el niño o adolescente no sabe aprovechar sus potenciales.
Por ejemplo: comportamientos de timidez, consumo de alcohol abusivo, notas bajas o medianas en la escuela, sexualidad precoz, inseguridad, trastornos alimentarios, baja autoestima, dificultad de relaciones, inseguridad, indecisión.
Estos "nosotros emocionales" tienen como consecuencia bloquear el poder personal y pueden resultar en elecciones inadecuadas, luego, frustración y sufrimiento.


En el tratamiento psicoterápico, Freud usaba la expresión que el psicoanálisis es curar las heridas más profundas de amor. Nuestras primeras relaciones de amor son familiares. Es decir, en ese sentido traumático, la psicoanalisis abraza la historia de vida, las experiencias memorizadas y aprendidas. Cuando más se niega, mayor es el conflicto. Sólo a partir del reconocimiento y la acogida las heridas pueden ser curadas. Cuando cambiamos la estructura inconsciente, nuestras experiencias cambian. Y si tiene alta en la psicoterapia.

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